Es un fenómeno meteorológico digno de una película de terror, pero nada más lejos de la realidad.

Esta característica lluvia de color rojizo se produce gracias al polvo, que se mezcla con el agua de lluvia y le da este color rojizo.
Es muy común en países del sur de Europa, como España, Grecia o Italia, ya que la lluvia que cae allí normalmente arrastra polvo providente del Sahara.